Hace unas horas el huracán Tomás abandonó el país de Haití por la zona norte con vientos sostenidos de unos 117 kilómetros por hora, y rachas superiores a los 140 kilómetros por hora. Se trata de un huracán de categoría uno de un máximo de cinco en la escala Saffir-Simpson. Aun así, el rastro desolador ha sido evidente.
Según los últimos partes informativos que llegan desde los servicios de Protección Civil del país caribeño, la cifra de víctimas mortales asciende a siete, así como se ha recontado un total de 45 casas destruidas y 10 poseen numerosos daños.
Ante la proximidad de la llegada del ciclón tropical se evacuó a unas 30.000 personas, quedando un número elevado e indeterminado de ciudadanos haitianos en refugios ya castigados por las lluvias de los últimos meses, que fueron colocados después del fuerte seísmo que devastó Haití en el mes de enero de este año.
Personas en Puerto Príncipe regresando a sus campamentos |
Además, en las últimas tres semanas, el país haitiano vive bajo el miedo por los brotes de cólera desatados en distintas zonas del país, especialmente en los departamentos que se sitúan hacia el norte y el este. Se han contabilizado hasta el momento un total de 442 defunciones por esta enfermedad. Millones de personas se encuentran en situación límite ante los nuevos corrimientos de tierra e inundaciones provocadas por la decimonovena tormenta tropical de la temporada de huracanes 2009-2010.
Las autoridades haitianas de Puerto Príncipe aseguran que lo peor ya ha pasado y ahora es momento de intentar seguir reconstruyendo. A pesar de esto, el fenómeno meteorológico adverso denominado Tomas sigue causando intensas lluvias en este país así como en República Dominicana, Puerto Rico, este de Cuba y en las islas Turcos y Caicos. Según el Centro Nacional de Huracanes de Miami, se espera que en las próximas horas se produzca la degradación del ciclón hasta bajar de intensidad al estado de depresión tropical, adentrándose ya hacia el océano atlántico.
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